....La pasión se desbordaba por mis poros..el espejo del armario reflejó mi cuerpo y me eché un vistazo con mirada crítica y preocupada. Me vestí y ensayé con todas las lámparas para ver cual luz encendería, que nos proporcionase suficiente luz para vernos, pero lo más suave y tamizada posible. No quería que un exceso rompiese el encanto....por fin llegó la hora acordada y mi nerviosismo iba en aumento...temí que en el último instante no aparecieras,pero la llamada se produjo y con una puntualidad que me sorprendió...mi corazón comenzó a saltar dentro de mi pecho, con una violencia estremecedora....Abrí la puerta y allí estabas , lucías una nerviosa sonrisa y expresión incierta, entre temeroso y esperanzado...tu rostro ovalado, estaba enmarcado por tu saludable y contagiosa risa...tus ojos oscuros, intensos y almendrados, que brillaban expectantes y enamorados, reían gozosos viendo el rubor y las ansias en el mío...mis labios carnosos, entreabiertos, receptivos y húmedos, promesa de besos soñados. Sueños y promesas que por fin se harían realidad aquella noche...los dos nos quedamos por un momento quietos y callados: sobraban las palabras..nuestras almas hablaban el lenguaje íntimo y sutil de los sentimientos,se comunicaban su amor, su ternura y su pasión largamente refrenada.
Sentí tal emoción, que sólo acerté a decir con voz insegura y blanda -¡Hola!..
...No sabíamos cómo empezar,durante un instante, que me pareció muy largo, estuvimos quietos intentando traspasar la tiniebla que nos envolvía. Sólo veías mi silueta y algún punto de luz reflejado en tus pupilas inquietas...también sentía la tibieza de tu cuerpo en mi abrazo, pues aún me tenías abrazada por la cintura...nos besamos en los labios, le mordisqueé la oreja y su boca buscó sedienta la piel de mis senos. Por fin me decidí y te desabroché a tientas los botones de tu camisa; le descubrí los hombros y acaricié , me acariciaste, como un profundo valle de placer, suave, cálido y perfumado, vivificó mis sentidos y me excitaron. El correspondía a mis caricias devolviéndome los besos y enredando sus dedos entre mi cabello y de placer, suspirando....
martes, 1 de marzo de 2011
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